Entradas

Mostrando entradas de octubre, 2010

Cuando no se halla paz

Y no me queda otra cosa que hacer que vomitar palabras, que masticar esta amarga y eterna espera, donde mis cimientos se mecen y deshacen como arenilla fina. Estoy varada, mintiendome, asegurandome poder resistir, intentando buscar un buen enfoque, escrutando todas las posibilidades, pensando en cada una de mis decisiones, sin pensar en retractarme, solo viendo el punto del abismo, donde comienza la muerte en esta historia. Me duele el pecho, que extraño se siente esto... Estas aquí pero lejos, viviendo en la misma ciudad y respirando el mismo aire, sin embargo, no te veo, no te siento, no te huelo y eso duele. Creo que debo tomar distancia para que las cosas se enfrien y se aclaren, porque teniendote a mi lado me envuelves en este huracán de amor y confusión. Deseo tanto tu compañía en este momento y sé que si te llamo vendrías, de cierta forma sé que tu también deseas estar aquí, pero no es bueno, no por hoy. Sé que debo mantenerme ajena a ti, hasta que mi mente encue...

Celos y que?

No hay nada que me indigne más que pensarte de otra, que visualizarte enfermamente... si, enfermamente en brazos de ella, en boca de ella. Pensar que tu piel fue su piel, que tu cuerpo abrazo el suyo, que tus labios recorrieron su cuerpo, me da una mezcla de asco, envidia y una sensación de rabia indomable. A veces intento no pensar, a veces quiero apagar mi mente, pero no puedo, saberte de otra me requiebra la poquita alma que va quedando. Eres lo que más quiero, mi punto debil, mi motor de arranque o el que me deja inmovil sin fuerzas ni siquiera para pestañear.  Como es posible me pregunto yo, como es posible que aún en este tiempo no me convenza que la vida es así, que el amor va ligado al sexo y si la relación no funcionó vendrá otra con quien vivir nuevas emociones. Como es posible que aún no me rinda al sistema, que aún no me entregue, que aún siga soñando que ese momento será memorable y será con quien yo ame de por vida. Dime que hago si cada vez que me besas pie...

El celular muerto que no me interesa

Tengo el celular malo... pero a quien diablos le importa el celular en este momento, solo es una excusa barata para distraer mi mente, para no pensar en ti, en lo que fueron y ya no son. Entre el silencio de la ciudad dormida a ratos se oyen voces ligeras, que susurran secretos jamás contados, liberados con sangre, escupido con miedo y horror. Me tapo los oidos, mientras mi corazón se abre lentamente a la herida que sabe que pronto sangrará, se entrega sumiso y dipuesto a ser mutilado, a ser destruido en miles de pedazos porque como todo el mundo dice, la verdad primero, aunque eso arrastre el peor de los tormentos. Odio esa bendita forma en que me miras, odio ese extraño poder que tienes sobre mi, odio esta sensación de haberlo perdido todo aún teniendote a mi lado, odio ser yo la que siempre se anticipe a los hechos. Cuando las hojas vuelvan a caer y el frio suave golpee nuevamente mi cara, es posible que recobre la cordura, es posible que ya no odie tenerte a mi lado y ...