Carta 1
Mi querida señora Magnolia:
Después de pensarlo bastante, después de ver si está forma de hablarle tendría algún efecto en usted, me di cuenta de que precisamente no tendría ningún efecto sobre usted, pero a diferencia suya si creo que tendría un efecto bastante positivo en quienes las pudieran leer. Mi señora Magnolia han pasado 20 primaveras y aún seguimos unidas, yo le miro en lo secreto intentando hallar en su rostro amor y felicidad, intentando capturar como una foto mental, como ese momento único en que usted esta serena.
20 primaveras y con ella cientos y miles de recuerdos, usted mi fundadora, mi pilar, mi túnel. Mi alma esta apilada en una torre cada trocito que usted corta a diario, se suma y esta creación cada día es más alta. Como explicarle tantas cosas, como poder decirle mirando a los ojos todo lo que siento, todo el dolor enclaustrado, toda las ganas de que usted sea otra, todos mi sollozos, mis lamentos, mis carencias se las quisiera mostrar.
En mi mente vuelan y flotan tantas cosas y todas gracias a usted, así como me hace un mal a diario también me hace un bien, gracias a usted puedo escribir con verdad. No se aterre que esto no es solo recriminaciones, daremos un largo paseo por la conciencia, donde no habrán justificaciones o quizás si pero la verdad no será ahogada. Recordaremos cientos de historias, palabras y momentos felices, usted y yo mi querida señora, pero no haremos caso omiso a su gran lista de errores y pondremos cierto énfasis a los que de verdad NUNCA se debieron ni se deben cometer con un angelito inocente. En mi carta uno le informo un poco para que no sienta pánico al mirar las que vienen, se que a usted no le gusta leer, se que sería muy extraño para usted tomar un libro y disfrutarlo, incorporando lo recién informado dudo aún más si de verdad alguna vez usted me haría el honroso favor de leerlo, porque si hay algo que usted puede asegurar que tiene en la vida es este libro, hecho especialmente para usted.
A modo de hacerlo más cercano cierre los ojos he imagine que su canción favorita de Gervasio esta sonando: ¿Quién más que tu con una pala y un sombrero, ara la tierra sin arado y sin tractor? ¿Quién más que tu merece el cielo, para sembrarlo entero?-
Siéntase cómoda, no se asuste tanto, solo déjese llevar por este mundo de las letras, deje que el encanto de la lectura llegue a usted.
De todos los modos que intenté que me escuchara no lo hizo, entonces aténgase usted a este pequeño y gran libro.
Yo la quiero sabe, pero no se que tan normal sea este cariño, pues tengo todo trastocado (sentimentalmente hablando), mi desordenes emocionales se hacen latentes.
Pero tenga usted presente de que la quiero y aún más de que admiro grandes cosas de usted.
Después de pensarlo bastante, después de ver si está forma de hablarle tendría algún efecto en usted, me di cuenta de que precisamente no tendría ningún efecto sobre usted, pero a diferencia suya si creo que tendría un efecto bastante positivo en quienes las pudieran leer. Mi señora Magnolia han pasado 20 primaveras y aún seguimos unidas, yo le miro en lo secreto intentando hallar en su rostro amor y felicidad, intentando capturar como una foto mental, como ese momento único en que usted esta serena.
20 primaveras y con ella cientos y miles de recuerdos, usted mi fundadora, mi pilar, mi túnel. Mi alma esta apilada en una torre cada trocito que usted corta a diario, se suma y esta creación cada día es más alta. Como explicarle tantas cosas, como poder decirle mirando a los ojos todo lo que siento, todo el dolor enclaustrado, toda las ganas de que usted sea otra, todos mi sollozos, mis lamentos, mis carencias se las quisiera mostrar.
En mi mente vuelan y flotan tantas cosas y todas gracias a usted, así como me hace un mal a diario también me hace un bien, gracias a usted puedo escribir con verdad. No se aterre que esto no es solo recriminaciones, daremos un largo paseo por la conciencia, donde no habrán justificaciones o quizás si pero la verdad no será ahogada. Recordaremos cientos de historias, palabras y momentos felices, usted y yo mi querida señora, pero no haremos caso omiso a su gran lista de errores y pondremos cierto énfasis a los que de verdad NUNCA se debieron ni se deben cometer con un angelito inocente. En mi carta uno le informo un poco para que no sienta pánico al mirar las que vienen, se que a usted no le gusta leer, se que sería muy extraño para usted tomar un libro y disfrutarlo, incorporando lo recién informado dudo aún más si de verdad alguna vez usted me haría el honroso favor de leerlo, porque si hay algo que usted puede asegurar que tiene en la vida es este libro, hecho especialmente para usted.
A modo de hacerlo más cercano cierre los ojos he imagine que su canción favorita de Gervasio esta sonando: ¿Quién más que tu con una pala y un sombrero, ara la tierra sin arado y sin tractor? ¿Quién más que tu merece el cielo, para sembrarlo entero?-
Siéntase cómoda, no se asuste tanto, solo déjese llevar por este mundo de las letras, deje que el encanto de la lectura llegue a usted.
De todos los modos que intenté que me escuchara no lo hizo, entonces aténgase usted a este pequeño y gran libro.
Yo la quiero sabe, pero no se que tan normal sea este cariño, pues tengo todo trastocado (sentimentalmente hablando), mi desordenes emocionales se hacen latentes.
Pero tenga usted presente de que la quiero y aún más de que admiro grandes cosas de usted.
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