La verdadera razón

Me costó 20 años entender que estaba mal en mi, tarde tantas lagrimas, sollozos y quebrantos
en comprender el porque de mi comportamiento. Y hoy que me atrevo a hablar, hoy que me quiero sincerar, hoy ya no estas.

Tantos intentos de llamarte, tantos orgullos que vencer, tanto de mi por doblegarse.
Quería que fueras el primero en saber, el primero a quien yo pudiese revelarle mi más grande, triste y desgarrador descubrimiento.

Yo quería responder a tu pregunta, lo quería, lo deseaba, pense tardes enteras, busqué fundamentos, pero así como un enfermo que sabe que está enfermo mas no sabe de que, así mismo me sentí yo.

Sabía que había algo que hacer, sabía que tu presencia aporta mucho, pero expresar con palabras, las cosas que se sienten y pensar por lo menos en esa situación a mi se me complica.

Quería que fueras parte de este (bueno o mal) momento.

¿Y ahora que hago con esta verdad que cargo y quisiera ahogar?
Si nadie más que tu se preocupo de aquello ¿a quien más le puedo contar?

Es una pena, es una verdadera tristeza que despues de hacerle frente a mi verdad, despues de estrellarme contra tantas murallas, despues de ir a los peores lugares de mi ser dispuesta a llegar hasta el final de mi busqueda, ahora que todo esta claro y simple frente a mis ojos, ahora que estaba dispuesta a tomar la decisión de hablar, de buscar soluciones tan definitivas.

Yo siempre estaré contigo, SIEMPRE!
¿Para que la gente habla, lo que no piensa cumplír?...

Entonces ahora me trago mis deducciones, mis hallazgos, mi verdad
y caminaré pero siempre buscando la mejor manera de batallar.