La vida está en deuda conmigo
¿Cuánta congoja y cuanto dolor debemos de padecer?
¿Cuántas lagrimas quedan por llorar?
¿Aún faltan piedras con las cuales tropezar?
Me asombra la inmesidad de la vida, la pequeñez humana,
los lazos que existen un día y los abismos que se abren al otro,
me defrauda la ilusión y me sostiene la esperanza,
los sueños de un mañana mejor, de un futuro renovador.
Soy conciente de mi inconciencia,
soy creativa y confío en que podré afrontar
las consecuencias de mis actos,
necesito vivir de remezón en remezón
para asi despertar de mi letargo
y es que prefiero despertar a cada movimiento, a cada golpe
inclusive con miradas extrañas que vivir inmovilizada por la ignorancia.
No soporto la idea siquiera de no usar mi dón,
de no ponerlo en servicio aunque eso me cueste dolor
y negación, necesito hacer sacrificios.
No necesito flores, chocolates, ni palabras de amor,
sólo quiero un mundo de fortalezas
en donde poder refugiar mi existencia
en donde mi alma sienta libertad de caminar sin escudos.
Soy un ser infinitamente perseptivo, suceptible
y que SIEMPRE se llena de espectativas,
amo los retos y descubrír aquello que puedo y lo que no.
Es por eso que hoy reflexiono
y siento que la vida me debe enseñanzas,
unas cuantas caídas y un par de triunfos
la vida está en deuda conmigo...
¿Cuántas lagrimas quedan por llorar?
¿Aún faltan piedras con las cuales tropezar?
Me asombra la inmesidad de la vida, la pequeñez humana,
los lazos que existen un día y los abismos que se abren al otro,
me defrauda la ilusión y me sostiene la esperanza,
los sueños de un mañana mejor, de un futuro renovador.
Soy conciente de mi inconciencia,
soy creativa y confío en que podré afrontar
las consecuencias de mis actos,
necesito vivir de remezón en remezón
para asi despertar de mi letargo
y es que prefiero despertar a cada movimiento, a cada golpe
inclusive con miradas extrañas que vivir inmovilizada por la ignorancia.
No soporto la idea siquiera de no usar mi dón,
de no ponerlo en servicio aunque eso me cueste dolor
y negación, necesito hacer sacrificios.
No necesito flores, chocolates, ni palabras de amor,
sólo quiero un mundo de fortalezas
en donde poder refugiar mi existencia
en donde mi alma sienta libertad de caminar sin escudos.
Soy un ser infinitamente perseptivo, suceptible
y que SIEMPRE se llena de espectativas,
amo los retos y descubrír aquello que puedo y lo que no.
Es por eso que hoy reflexiono
y siento que la vida me debe enseñanzas,
unas cuantas caídas y un par de triunfos
la vida está en deuda conmigo...
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