Una hecatombe craneal

Como una gelatina mal cuajada o un sol a medio iluminar,
como hojas secas que no crujen, como aves que nunca aprenderán a volar.

A veces me siento vulnerable, minuscula
y creo que todo comienza en la inexperiencia,
en el no saber como hacer, ni deshacer.

Es un espiral que no detiene su giro
y no distingo colores, voces, ni palabras, ni rostros,
a veces puedes respirar a mi lado y no se si eres tú o el viento.

De vez en cuando no muy amenudo siento deseos de correr y jugar,
de cantar canciones navideñas o diseñar ropa,
de nadar en un mar distante...
¿Qué hay de malo en ello?
nada, solo que a las 3 de la madrugada es un poco fuera de orden.

Necesito una sobredosis de energía porque esta vida me está matando.

Siento el peso del mundo sobre mis hombros
¿Qué me está pasando? ¿Por qué todo se ve tan diferente?
¿Será que estoy creciendo?
me angustía la idea de vivir una vida que no es la mía.









Ansío mi libertad unida a la tuya.

Comentarios

Entradas populares de este blog

Monologo 2: Soy una mujer

Depurando