Recuerdo 1: En el precipicio

Ya no es media noche . . . no se debe fumar dentro de la casa, será hasta mañana (~).
Sólo es tiempo de caer, de olvidar, de mezclarse junto al amanecer en colores que nunca nadie volverá a vislumbrar.

No se ve tan alto como imaginó, no hay más miedo ni más dolor, está sumergido en un trance del cual ya no podrá despertar.

Más de alguna vez los que sintieron la humanidad de sus conversaciones percibieron las migajas de vida que ya no había, sólo era un alma dormida, un corazón vacio, emociones cautivas siempre a punto de estallar.

Un cuaderno, tinta y ganas de volar, de volver, de escapar.

La vida se acaba cuando el alma se duerme, se extravía o se aniquila . . .

Mañana me fumaré dos porque el que hoy no fumé, mañana me cuestiono otra vez y sigo con este dolor, de no saber que hacer.

(~) Esto fue lo último que exhalo antes de matarse por quinta vez.

Comentarios

Entradas populares de este blog

Monologo 2: Soy una mujer

Depurando