Verdades sin condimento.

Ver tus ojos desde lejos,
tus manos tibias que se enfrian de esperar por mi
mis manos frias que se congelan de esperar por ti.

A veces los rumbos se desorientan,
los mundos son volteados como cajas de zapatos,
a veces hasta la esperanza se tiñe de colores grises.

Y en tu cara yace una sonrisa indemne al dolor
una fortaleza inquebrantable,
son tus ganas de apostar al vacio. . . Tus ganas que no son más que eso.

El cielo es justo y se despeja cuando eres apto para caminar.
Mi cielo aún no se despeja, el tuyo es libre, LIBRE!, vamos tu puedes continuar.

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