Reflexión
Invoque tu nombre sobre una roca, con tantas olas locas que parecían peces bailando en mi acuario.
Dibujé un arcoiris entre medio de tus cabellos, por allí medios oculto medio visible, pero estuvo ahí, siempre estuvo hasta que decidimos borrarlo.
Podría decir tantas cosas, nombrar lo que me sigue atrayendo de ti y lo que me aleja de tu lado, nombrar las veces en que tu amor se entregó sin más, las veces en que eras mi libro abierto y las muchas otras en que no podía distinguir el amor y el odio de tus ojos.
No siento dolor, no siento angustia, es una cosa tan extraña, tan indefinible, algo que molesta pero me da paz.
En el camino hacia tus brazos siempre hay obstaculos, siempre hay desastres naturalez, siempre hay lluvias torrenciales, es el precio, es la forma en que la vida dice NO! y ¿realmente nos creemos capaz de ir contracorrientes?.
Mucho romanticismo es eso de que yo por ti daría la vida...
y no creo ser TAN romantica...
Pero si sigo creyendo ver tu cuerpo entre los mares, ver tu actitud entre las aves, sigo oyendo esa risa estruendosa a la distancia porque las cosas no se marchan tan rapido como las personas, porque tu te marchaste aunque estes a mi lado y yo decidí mi rumbo aunque estes tan proximo que aún puedo seguír escuchando tu respiración.
Nuestras bifurcanciones ya no tienen punto en comú, tu y yo lo quisimos asi.
Pero no nos daña, solo hay que empezar a acostumbrarse a verse
como un tu y un yo, no como tu y yo
como un hombre y una mujer con las libertades en las manos
como un cielo y un mar que se miran día y noche pero jamás llegan a tocarse.
Sigues sintiendo lo que ayer sentías y yo sigo buscando lo que ayer buscaba.
Dos polos que se quieren tanto que no pueden unirse ni proyectarse.
Algunas palabritas siguen rondando mi subconciente y me hace feliz oírlas, sé que tu hiciste tu mejor esfuerzo, sé que lograste querer, sé que luchaste contra mis miles de obstaculos, te mantuviste firme ante mis días grises, fue tan grato saber que tu sentiste por única, primera, o entre las pocas veces que sentiste, fue agradable saber que este tiempo para ti fue una eternidad, que porfin mantuviste algo, que lograste demostrarte lo capaz que eres.
Me alegra de sobremanera saber que lograste sacar un poquito de sentimiento y guardar un poquitito de razonamiento, porque para el amor la razón no prima, solo complementa.
Dibujé un arcoiris entre medio de tus cabellos, por allí medios oculto medio visible, pero estuvo ahí, siempre estuvo hasta que decidimos borrarlo.
Podría decir tantas cosas, nombrar lo que me sigue atrayendo de ti y lo que me aleja de tu lado, nombrar las veces en que tu amor se entregó sin más, las veces en que eras mi libro abierto y las muchas otras en que no podía distinguir el amor y el odio de tus ojos.
No siento dolor, no siento angustia, es una cosa tan extraña, tan indefinible, algo que molesta pero me da paz.
En el camino hacia tus brazos siempre hay obstaculos, siempre hay desastres naturalez, siempre hay lluvias torrenciales, es el precio, es la forma en que la vida dice NO! y ¿realmente nos creemos capaz de ir contracorrientes?.
Mucho romanticismo es eso de que yo por ti daría la vida...
y no creo ser TAN romantica...
Pero si sigo creyendo ver tu cuerpo entre los mares, ver tu actitud entre las aves, sigo oyendo esa risa estruendosa a la distancia porque las cosas no se marchan tan rapido como las personas, porque tu te marchaste aunque estes a mi lado y yo decidí mi rumbo aunque estes tan proximo que aún puedo seguír escuchando tu respiración.
Nuestras bifurcanciones ya no tienen punto en comú, tu y yo lo quisimos asi.
Pero no nos daña, solo hay que empezar a acostumbrarse a verse
como un tu y un yo, no como tu y yo
como un hombre y una mujer con las libertades en las manos
como un cielo y un mar que se miran día y noche pero jamás llegan a tocarse.
Sigues sintiendo lo que ayer sentías y yo sigo buscando lo que ayer buscaba.
Dos polos que se quieren tanto que no pueden unirse ni proyectarse.
Algunas palabritas siguen rondando mi subconciente y me hace feliz oírlas, sé que tu hiciste tu mejor esfuerzo, sé que lograste querer, sé que luchaste contra mis miles de obstaculos, te mantuviste firme ante mis días grises, fue tan grato saber que tu sentiste por única, primera, o entre las pocas veces que sentiste, fue agradable saber que este tiempo para ti fue una eternidad, que porfin mantuviste algo, que lograste demostrarte lo capaz que eres.
Me alegra de sobremanera saber que lograste sacar un poquito de sentimiento y guardar un poquitito de razonamiento, porque para el amor la razón no prima, solo complementa.
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