Anáforas oriundas del dolor

Cuando dudes,
cuando mires el cielo y sepas que aún falta algo,
cuando tu sonrisa no sea la misma en solitario,
cuando de pronto recuerdes la mirada coqueta que te hacia feliz,
cuando pienses en momentos que creías olvidados,
cuando de pronto te espantes al verte solitario,
y nuevamente te calmes por creerlo necesario,
cuando el mundo conspire a tu favor,
cuando el plan sea finiquitado,
cuando la vegetación te recuerde mi voz,
cuando llegues al final y revises tus pasos,
cuando el rostro de antaño recobre corage
y las lineas de mi alma no se borren de tus ojos,
cuando el silencio se haga parte de ti hasta odiarlo,
cuando el metal resquebraje la piel de tus manos,
cuando cierres los ojos y aparezca en tus sueños,
cuando los abras y mis ojos te sigan mirando,
cuando por fin dimensiones lo que hace el despojo,
cuando sientas ausencias te acordaras de mi,
y de lo cobarde que fuiste.

Entonces yo seré y estaré en cada una de tus obras, de tus pasajes, de tus frases escupidas con honestidad, yo seré la aurora que soy para tu gente y la forma que tus manos en fuego pueden dar, porque estaré en distintos tamaños y colores, estilos y combinaciones, estaré en tu casa, adornaré tus jardines, tus habitaciones, tus recodos, tu alma y tu negación.
Estaré esculpida en donde poses tu mirada, forjada con tu propia mano esa que te causará aflicción, yo estaré presente para recordarte eternamente que no fuiste capaz, que no lograste arriesgar, que el amor te venció y en algún instante se revelará la verdad que nunca nadie te entendió como aún lo hago yo.

Comentarios

Entradas populares de este blog

Depurando

Un 26 de Septiembre 2017

Fidelidad