Reflexiones

El amor es algo tan volatil, tan ligero aunque de fundamentos sólidos.

Necesita de libertad, de relajo, de cariño, de preocupación, de caricias, de palabras, de actos, de miradas complices, de espacio, de sonrisas y de distancia, de vivirse sin hostigarse, de abrazar no de forzar, de risas a carcajadas, de vivir no de atar, necesita de indiferencia, de luchar y de ganar, de compartir no imaginar, de disfrutar y no tan sólo soñar, el amor es la decisión más firme cuando se está completamente seguro de que no hay otra persona como él o ella, cuando a pesar de todo esa chispa al mirar no se pierde, cuando los abrazos se hacen eternos, cuando a pesar de besar cien veces a la persona, los besos siguen siendo un milagro diario.


Cada día descubro ingredientes nuevos que se necesitan para amar, definitivamente creo que una de las tareas más arduas en esta vida, es encontrar a ese compañero de viaje, ese compañero de vida, de caminos, de aventuras, de apoyo, ese del que nunca te aburrirás.

Entendiendo que todos somos humanos y que nacemos con defectos y virtudes en un sólo pack, aún así creo que no encuentro mi otra mitad, quien sabe. . . con el tiempo, o simplemente con el andar, con el pisar hojas secas, al mirar el cielo desde mi lugar, no creo en la persecución, no creo en asecharlo, el amor es libre y generoso y se da cuando se tiene que dar.

Llega cuando no lo buscamos, toma su cauce sin nosotros intervenir en el.
No miraré atrás sólo me resta caminar y esperar,
todo tiene su tiempo y su lugar.